lunes, 28 de noviembre de 2011

Agua y chocolate.

¿Lograré analizar tres cositas que han levantado mi interés a lo largo de esta semana en esta pequeña ventana a mi mundo? Que algunas tienen fecha de caducidad.


Bueno, vamos a ello que de lo contrario no habrá manera.

Ayer domingo se celebro una pequeña carrera en el centro del pueblo con fines benéficos dentro del marco de las jornadas de la infancia. No puedo ocultar a estas alturas que este mundillo es algo que conozco de una forma más o menos profunda y que me atrae y por ello desde que tuve conocimiento del proyecto trate de seguirlo y observarlo para en la medida de lo posible colaborar para que fuese un éxito.

He de decir que he tenido algún contacto más o menos formal con algunas de la personas que encabezaban el proyecto, pero que al final no pude colaborar con ellos por falta de tiempo y porque la indefinición inicial del mismo hacia que yo no pudiese aportar aquella experiencia que tengo como corredor y como colaborador en la organización de otra prueba, ya que los eventos no son comparables ni por lo más remoto.

Así pues los organizadores han hecho lo que han podido y como han podido y creo que pueden estar muy satisfechos de lo logrado ayer. Me dio un enorme gustazo ver a tantos niños corriendo con sus padres o en solitario y además para una causa tan noble como el acercar un recurso tan básico como el agua potable a los niños de Níger.

Que hubo fallos. Cierto, pero espero que se tomase nota de los mismos para no volver a caer en ellos en el futuro, ya que espero que esta iniciativa se repita en próximos año. Hay que mejorar la comunicación, hacerla un pelín más atrayente para el corredor habitual que ayer no dejo la dehesa o sus otras rutas de entrenamiento, que hay que trabajar mejor con el voluntariado, etc.

Pero repito que esto son cosas que seguro que han quedado anotadas para el futuro, ya que varios fueron los concejales que se acercaron hasta el lugar para colaborar con algo más que salir en la foto. Supervisando la logística e incluso remangándose para dar los botes de Aquarius o el chocolatito caliente que esperaba en la meta.

En definitiva un soplo de aire fresco para el pueblo que desde ayer cuenta con un nuevo evento que espero se haga fijo en el calendario y que los niños puedan volver a correr por nuestras calles tras la desaparición de las carreras tradicionales.

El titulo de la entrada es casi el de una pelicula, pero puede sacarse otra relación del mismo. Ayer los niños de Villalba corrieron para ganarse un vasito de chocolate, mientras los niños de Africa siguen muriendo por no tener agua. Ojala algún dia todos corrieran por su chocolate.

No hay comentarios: